Puente San Miguel, un lugar del Valle de Reocín.
En el valle de Reocín, tierras fértiles cercanas a la unión de los ríos Saja y Besaya, aparece en la documentación medieval del siglo X, el lugar de Bárcena de la Puente, encrucijada de caminos, por la que cruzan los caminantes y mulateros que se dirigen desde Castilla a la villa de Santander y desde las Asturias de Santillana a las Asturias de Oviedo.
En un documento de 1678 se dice:
“ en el río Saja que pasa por dicho logar hay un puente que llamase de San Miguel y es el paso necesario que hay en estas montañas para conducir los bastimentos que salían de la costa para surtir a la Corte…”
“… que dicho puente es del Rey y uno de los más antiguos que hay, de manera que hay tradición en el tiempo que Don Pelayo pasó por esta tierra a la conquista de Covadonga”
En este lugar se encontraba ya desde época alto medieval una ermita románica dedicada al Arcángel San Miguel y lindante con ella cinco casas, una de las cuales estaba dedicada a hospital de enfermos y peregrinos que iban a Santiago de Compostela por la ruta de la costa.
Destaca, detrás de la actual ermita los restos de la primitiva ermita de San Miguel. Se puede observar una columna románica, con capitel bastante deteriorado y adosada a una pilastra. Pero, sobre todo, en la parte inferior donde se sitúa el mástil, se pueden apreciar los restos de un ábside con columnas adosadas, posiblemente prerrománico.
Restos de columna y ábside románico del S.XII
Con la configuración de la Provincia de los Nueve Valles, se construyeron nuevas edificaciones de carácter administrativo, se hicieron mejoras en el puente y reparaciones en el hospital.
De entre los nuevos edificios destacaremos la edificación de una cárcel y, sobre todo, de una “Casa de Juntas”.
En 1733 se construye la “ermita Concejil de los Valles “, que es la única edificación que queda actualmente.
En la fachada posterior de la ermita se observa el escudo de armas del Valle de Reocín, timbrado por corona real y el campo medio partido y cortado en el que están tallados Santa Juliana, el puente y ermita de San Miguel y los Nueve Valles.
Se muestra a Santa Juliana con una cabeza de mujer y debajo dos palmas entrecruzadas que simboliza el martirio. Se justifica la representación de Santa Juliana porque fue patrona de la Villa de Santillana cuando ésta era capital de la Merindad de las Asturias de Santillana a la cual pertenecía el Valle de Reocín.
El puente siniestrado por una torre sobre ondas de agua, se simboliza a la ermita románica de San Miguel Arcángel y al puente que dieron nombre al pueblo (denominado en la edad media como Bárcena la Puente) y sede que fue de las Asambleas o Juntas de la Provincia de los Nueve Valles.
Con nueve luceros de ocho puntas se representa a cada uno de los valles que constituían la Provincia de los Nueve Valles de las Asturias de Santillana.